lunes, 29 de julio de 2019

Mas cine por favor...

Ahí va una de cine.
Luis Montes y Conchitina Diaz Ares en la taquilla de un cine, el de abajo, que estaba muy próximo a apagarse y ofrecer sus últimas funciones en pocos días al revelado de estas fotos.
Despidiéndose del cine en el año 1992 según se desprende de las películas anunciadas en él; "Batman vuelve" y "Durmiendo con su enemigo".

Atrás quedan las fechas en la que la villa de Luanco contaba con dos salas de cine en las que se proyectaban cantidad ingente de películas en época estival. Ambos cines, el de arriba y el de abajo, ofrecían un amplio catalogo de films en unos mas que manejables horarios que dependían de la duración de estos; 4:30 ó 5 la sesión infantil, 7 ó 7:30 la sesión de tarde y a las 11 la sesión de noche.
Recuerdos mas lejanos; Los dibujos de "Alicia en el país de las maravillas" de Disney, los muñecos stop-motion y los muy sensuales protagonistas de "Cuando los dinosaurios dominaban la tierra" (de la productora Hammer) o la muy triste y siempre hermosa "Juegos prohibidos"(Jeux interdits)...
Curioso resulta pensar ahora que siendo uno micos te dejasen ir hasta el que parecía lejano desde la calle Marcos Peña Royo cine de arriba sin estar al cuidado de un adulto, sin mas el caso de Luis montes y su prima Dolores Piquero que acudían solos hasta allí y a la pregunta de la abuela de ésta:
¿Pero quien te va a sacar la entrada si no llegas aun a la taquilla? Respondía: ¡Éste!. Creyendo a su primo tutor o mas adulto por ser dos años mayor.
A medida que se iba creciendo se iba cambiando de sesión y dependiendo de la afluencia de publico se sacaba entrada en ambos cines o bien para patio de butaca o para gallinero, éste último con incomodas sillas de madera que no eran impedimento si lo proyectado en la gran pantalla era digno de buen ver. ¿El precio en este espacio?, cinco pesetas menos que en las "confortables" butacas de abajo, también cabe decir que por ser cine de verano su importe siempre resultaría mas económico que en otras poblaciones con lo cual muchas de estas películas eran visionadas en esta temporada.
Después estaba el tema de la calificaciones según el genero o tipo serian; Para todos los públicos, no tolerada para menores de... y como mas bien estos reglamentos no se cumplían la entrada resultaba ser libre de impedimentos, luego si en casa se enteraban de que se había visto algo no acorde con la edad el castigo estaba asegurado, como cuando por ver una de James Bond, "Vive y deja morir", se condenó a la pandilla de los mas pequeños a un arresto domiciliario de varios días, mas que nada por mentir intentando hacer creer que habían estado en el otro cine, en este caso el de abajo, en donde se presentaba otra película tolerada. Posteriormente eran los padres los que se ofrecían a acompañar a los mas jóvenes cuando no tenían edad suficiente para acudir a la ultima sesión, aunque a veces resultase embarazoso estar viendo con ellos fotogramas mas que incómodos como por ejemplo los de "La naranja mecánica" de Kubrick. Entretenido resultaba en estas funciones la salida a mitad de proyección debido al breve descanso, originado por el cambio de rollo de película, momento en el que se aprovechaba para comprar en el bar entre otras cosas "la refrescante" bebida, ¡FLOR DE JULIO!... de naranja o de limón. A saber...

Mención aparte merece la paciente acomodadora Ramonina que en mas de una ocasión se vio a su pesar obligada a expulsar con el consiguiente delator en la cara haz de luz de su linterna y el posterior zarandeo del brazo a algún incívico espectador que con ocurrencias tales como la de lanzar pequeños petardos en plena sesión cinematográfica causaban el caos y el desorden entre los presentes en la espaciosa sala. ¿Que quienes eran estos alborotadores? ¿Hace falta decirlo?, claro, la panda de los mas jóvenes. Fue una idea ésta plasmada en su versión mas temeraria emulando a la gamberrada pensada por sus hermanos mayores integrantes todos ellos de la muy celebre y renombrada pandilla del Moco (de la que hablaremos en otra entrada) de poner un petardo con mecha retardada en el baño del cine, esta vez el de arriba, pegado en un chicle que servia de soporte adherente en las paredes azulejadas del retrete y que provoco autentica incertidumbre al pensar los propietarios del local que la sonoridad de la explosión se correspondía al fundido de alguna bombilla del proyector. Incluso en la memoria está otra broma de mal gusto, la de lanzar globos inflados con agua al patio de butacas desde la altura del mencionado unas lineas antes, gallinero.

También hubo momentos para el cine al aire libre como el que se instalaba en el antiguo puerto o Muelle, deslucido a veces por la acostumbrada y común lluvia de aquellos años.

Cine de catástrofes como la genial "La aventura del Poseidón", con la que Eduardo Montes soñaba desde su alta litera mientras manifestaba que la luz de su habitación parpadeaba como las del desafortunado barco, de miedo como la mas que terrorífica "No profanar el sueño de los muertos" con la que a un muy pequeño Luis Montes le castañeteaban los dientes de pánico en la cama y no pudo dormir hasta que su madre se acostó con él, de suspense como "Tiburón" con la que después costó trabajo meterse en el mar, musicales y del oeste como "La leyenda de la ciudad sin nombre", de risa como cualquiera de las de Louis de Funés con las que la pandilla de las niñas literalmente se hacían pis o incluso los clásicos como "Amarcord" de Fellini generalmente ya exhibidos al final acabados los días de asueto para los mas rezagados y últimos en irse de Luanco a la ciudad de nuevo, fueron sinónimo de entretenimiento y distracción y actualmente para los ávidos consumidores nostálgicos de estas desaparecidas funciones un maravilloso recuerdo que no volverá a suceder debido a los muchos cambios sufridos en la industria de este sector.
Las dos nuevas salas de cine construidas en Luanco, siguen al día de hoy clausuradas a falta de licencias que permitan su próxima y esperada apertura.

lunes, 15 de julio de 2019

¡MOTORIZADOS!

Después de relatar brevemente en la entrada anterior algún que otro sapiazo con motocicletas pasamos a continuación a dar una detallada lista de rugientes motos y de sus acelerados dueños elaborada por Eduardo Montes Alonso-Graña.

-Sanglas 400               - de los Muro de Zaro
-Vespinos

-Puch X20
-Puch X30                  - de los Monasterio
-Puch minicross 50
-Bultaco Sherpa 250

-Ossa                      - de los Vidal

-Vespino GL                - de los Montes
-Bultaco Frontera 74

-Rieju 75                  - de Gilberto

-Torrot 49cc de carretera  - de los Mijares
-Torrot 49cc de paseo

-Puch minicross 50         - de los Escobedo


Armando Montes y Luis Montes por Peroño y la Mofosa, actual inicio de la agradable y muy transitada senda costera.

Armando Montes con la antes "todo terreno" hoy enduro, Bultaco Frontera 74, en los prados cercanos a las antiguas canchas de tenis de Santa Ana, actualmente ubicación del inusual proyecto "La Quinta de Luanco". Ver en el enlace.

Luis Monasterio en su flamante y llamativa Minicross delante de su casa, chalet Nº7 y al fondo un Peroño muy despejado y libre de casas.

Y en las siguientes imágenes prueba de aptitud para los Montes de su ciclomotor Vespino azul (aun sin alforjas) en una calle Marcos peña Royo con figurantes de lujo tales como Guillermo Rehberger (padre), Eduardo el de Senen y algun Mijares, Carlos y mas visible, Jaime.

Ciclomotor
Este tipo de vehículo tan habitual en aquellos años entre los adolescentes, no tenia en un principio una normativa demasiado exigente o mas bien se solía saltar a la torera tanto por pilotos como por guardias de trafico, ni se exigía casco ni se decía casi apenas nada si se viajaba con dos ocupantes, así que por ejemplo los trayectos hacia las playas cercanas como las de Bañuges y Verdicio eran constantes en modo biplaza. Se podían conducir con una licencia en el caso de los menores de edad que en ocasiones ni existía, aunque claro está que con los años las normas se fueron haciendo cada vez mas exigentes a dios gracias, aun así seguía siendo algo común el zafarse de la policía si te pillaban efectuando alguna infracción, cosa impensable hoy en día si no se es un reiterado delincuente.
"bájate, bájate que esta por ahí la poli" o ocurrencias tales como que a los intentos de detención por parte del municipal levantando su brazo se pasase por debajo de éste evadiéndose rápidamente para gran asombro y estupefacción del mismo, como sucedió en el episodio protagonizado por Carlos Mijares y el agente apodado "Dentones", incluso a veces se volvieron las tornas y eran los agentes los que escapaban para no multar por afecto a los insensatos pilotos y a sus acompañantes que una y otra vez circulaban por las calles de Luanco con el don de la omnipresencia... "Armando no quiero multar a tu hija pero es que intento evitarla y me la encuentro en todos los sitios con otra subida atrás". 

"En seguida" llego la madurez, unos siguieron enganchados al mundo moto y otros evidentemente se pasaron al coche.

Motero/as actuales:
Gabriela y Teresa Muro, la primera con sus Harleys clásicas y la segunda poseedora desde los 17 años de una Vespa, Armando Montes con frecuentes cambios de maquina y hasta hace poco tiempo tuvieron una BMW, Gilberto y una Honda Shadow, Carlos Escobedo.

martes, 2 de julio de 2019

Juegos, correrías y sapiazos.

A caballo los Montes, Isabel, Eduardo y Armando.

Fotografía de sosegado y bucólico ambiente que dista bastante del fin de esta entrada en la que en una rápida descripción de los frecuentes juegos de la época, la progresión en docilidad a indomabilidad de sus participantes en un principio niños y pronto alocados adolescentes, se ira haciendo notar agravada por la inquietud y la adrenalina que conlleva esta etapa de la vida siempre mas caótica y a veces accidentada.
Eduardo Montes en un Go-Kart que en la siguiente imagen se ve tras los hermanos Montes aparcado bajo la terraza de su casa.

Con el mismo vehículo Armando Montes de "rally" por el antiguo paseo y Bar de la playa con sus hermanos Isabel y Eduardo.

Los Montes en su prado despejado de setos, jugueteando con un triciclo que iba a dejar de ser perdurable en manos de un destrozón Luis Montes (debajo).

El siguiente paso al triciclo, la bicicleta y en un principio con dos ruedines en la de atrás. Era usual disponer de alguna y el juego y diversión con ellas fue casi inabarcable, amen de los cuantiosos y lastimosos trastazos, mas adelante relatamos uno de los mas "memorables". También es recordado el tema de las matriculas por las que se pagaban unas veinte pesetas en el ayuntamiento y te convertian al momento en un autentico conductor de primera.

Otras sumo recordadas piezas que dieron para mucho fueron los eternos, duros e indestructibles columpios, muy habituales en los parques y con una gran manzana de casas como la nuestra que exhalaba infancia por doquier, normal era que hubiese unos cuantos. Los Montes tenían dos, uno con dos asientos y anillas en medio (hoy deleite para cualquier calisténico), igual al de los Monasterio y un segundo que era un curioso balancín...  
Columpiándose, Marisa Montes con sus hijos Luis y Eduardo en un prado con medianeras aun limpias de verde.

En el balancín Margarita Alonso-Graña con su primo Luis Montes.

Película con Isabel Montes, Ana piquero, un "colgado" Marcelino piquero y Armando Montes.

...Los Mijares disfrutaban igualmente de otro balancín y de un impresionante columpio con asiento, anillas, cuerdas e incluso una espaciosa barca. Era de hierro alemán y realmente parecía sacado de un buen parque de atracciones. Su vendedor fue el muy corpulento agente comercial Augusto Montes, amigo de Ramón Mijares y probable suministrador para el resto de familias.
 Carlos Mijares impulsado por su columpio listo para aterrizar o darse una buena...
Carlos y Miguel Angel Mijares disfrutando en la barca cual chiquillos en el 88. El balancín detrás.

A falta de acrobáticos columpios, buenos eran para divertirse los elementos ornamentales y decorativos de los prados como el pozo de Los Muro que servia de excelente guarida para juegos como el escondite o policías y ladrones, aunque enseguida te encontrasen por ser un rincón muy solicitado, mejor la caseta del BOY.
Ni que decir tiene que cualquier juego con balón o pelota fue mas que habitual por estos lares, desde el omnipresente fútbol al hoy políticamente incorrecto, ¡SANGRE!..."Declaro la guerra a mi peor enemigo que es... FRANCIA !(por ejemplo) y te daban un gran balonazo. Balón asimismo el que te daban si conseguías "pescar" alguno de los que eran lanzados como útil publicidad veraniega desde una ruidosa avioneta a la playa o al mar, también actualmente hoy seria impensable ya que seguro habría mas de un lesionado o ahogado entre la muchedumbre ansiosa por hacerse con uno de estos "envidiables" balones de plástico...
...Un "envidiable" balón de plástico marca Coca-cola junto a Ramón piquero, Luis Montes, Macarena Campomanes, Isabel Montes con Beatriz Herrero, Ana Piquero e Isabel Campomanes con su prima Dolores Piquero y tras ellos una exuberante y llena de geranios medianera a los de Basilio.

Los Montes y los Piquero jugando delante de sus padres y abuelos al balón y a la gallina ciega.

Mas juegos populares; "Cuchillo, tijera, ojo de buey" y te destrozaban los lumbares y riñones cuando te saltaban encima con saña o "El pañuelo" en el que la atención y los reflejos eran fundamentales a la hora de escuchar tu numero y salir corriendo para hacerse con él, en ocasiones para diversión del personal el juez o arbitro en vez de un numero voceaba ¡YA!, momento en que todos salían apresurados y sin orden a por el susodicho trozo de tela.
Otro entretenimiento popular en aquella época era el tiro con escopeta de perdigones y un buen sitio para practicarlo, La Vaca, en él entonces quien lo iba a decir muy despoblado y vacío de chalets y pisos, Peroño. Sus praderías tan cercanas al mar libres de obstáculo hacían de éste un lugar idóneo para los disparos y de igual modo de emplazamiento de actividades comunes como las chorizadas y chocolatadas, que siempre eran guiadas por adultos debido a las dificultades que entrañaban; porte y traslado de cacerola, encendido de hoguera, insertado en palo de apetitoso chorizo...
Destacadas "monitoras" fueron la firme y tenaz Pepa por parte de los Mijares para los que era una mas en la familia y la imperturbable Pura, tía de Gilberto y un enclave frecuente en estas excursiones, Los Castañeos, área por donde ademas las asilvestradas pandillas de osados menores exploraban cargados de clavos, martillos, cuerdas, navajas y afiladas hachas en mano, talando los aromáticos eucaliptos materia prima para la construcción de sus camufladas cabañas.
De tiro por La Vaca con Miguel Angel Mijares, Armando Montes y su abuelo Fran.

No solo los mas jóvenes tenían esta afición, así lo atestigua esta certera diana lograda por la madre de los Montes, Marisa.

Fue La Vaca además por su orografía un lugar propicio para golpes y heridas como las producidas por caídas de motos al haber allí un circuito de motocross (del que hablaremos mas adelante), las bicicletas también favorecían estos tropiezos y recordado fue el que tuvo Isabel Montes con la suya al bajar con Sofia Bobia de copiloto por una empinada cuesta de tierra y arenilla, bastó un pequeño desequilibrio a gran velocidad para que se viniera al suelo y su barbilla se abriese contra las piedras, de inmediato su reluciente vestido blanco se tiño de sangre por el pecho y así y con un pie calzado y otro no, inició en llanto su regreso hasta la calle Marcos Peña Royo una muy polvorienta y ensangrentada cual "Carrie" Isabel y detrás entre otras, Mª del Mar Laine portando en su mano una de las playeras. Al no encontrarse los padres en casa el susto de sus abuelos fue de órdago y un acongojado Fran que padecía del corazón era el que esta vez daba aire con una servilleta a su mujer MªLuisa caida afectada de un vahído, ¡VUELVE LUISA, VUELVE! decía. ¡Todo un show!. La solución vino dada del buen coser de un esmerado practicante como lo era Manolito, avisado éste por la tía de la perjudicada, Loly Montes. Unos cuantos puntos y pista (nunca mejor dicho).
Película de una vendada Isabel Montes con Gabriela Muro, Sofia Bobia, Eduardo y Luis Montes, el TOM y de nuevo el balancín.
Y el balancín actualmente con los colores del Real Oviedo en su nuevo emplazamiento en la casa de Margarita López-Manteola y Pachin Alonso-Graña en San Martín, Teverga.

Sucesos sonados fueron ademas, la rotura de tibia y peroné de Jaime Mijares al tirarse con marea baja cerca de la ramblona y su traslado en furgoneta por un buen samaritano o los puntos que a Armando Montes le cosieron en la maltrecha oreja y que fueron el resultado según la versión oficial de un rasponazo contra una tapia aunque en verdad fue de un piedrazo tirado en respuesta a otro suyo de Javier Muro, el choque y derribo de una farola por Peroño alto con la moto conducida por Eduardo Montes y su acompañante Jorge Rehberger y que dejó al primero con la rodilla muy lesionada y al segundo con el dedo meñique roto, el tobillo fracturado de Isabel Montes ocasionado por la caída de la mítica Vespino a la altura del merendero Sarymai o el tremendo testarazo de un muy pequeño Luis Montes al caerle a su hermana Isabel del cuello al suelo en el ayuntamiento y las dos grapas que le pusieron en la buena farmacia de Mori y el traslado hasta allí de su angustiada madre Marisa en Vespa que a su pregunta ¿Pero bueno hija tu en que estabas pensando? se encontró con la respuesta: En lo bien que iba mamá en moto.
Luis Montes y sus secuelas en la frente.

Y curiosa la anécdota de un Pelayo Mijares afectado por la fuerte y dolorosa picadura de una avispa que fue subsanada por un muy experto y buen profesional como lo era Guillermo el padre de los Rehberger, mediante unas prácticas comparables al hipnotismo,¡la Sofrología!, todo esto ante su atónito hermano Carlos Mijares que no daba crédito a lo visto. Una técnica verificada por Marisa Montes que recordaba a su padre Fran en la consulta del afamado dentista, inducido a una especie de trance hipnótico que aliviaba su dolor...

Todo esto aquí expuesto es una ínfima parte de lo ocurrido en la vida del conjunto de personas vecinas de nuestra en muchas ocasiones contusionada calle, como dice Carlos Mijares;
"La antitetánica era tan habitual como la Fanta de Limón".